enfrentando la culpa - Una visión general



La culpa puede tener su causa en ciertas distorsiones cognitivas que hacen que nuestro pensamiento funcione en pulvínulo a sesgos e interpretaciones parciales e irracionales de la sinceridad.

La culpa parte de la perdida de la esperanza de agradecimiento y miedo a la retirada de amor por defraudar. Implica un sentimiento castigador hacia individualidad mismo por la desatiendo que se ha cometido o por sentirse en todo su ser en la imperfección por identificación con la error.

Además, las personas que tienen tendencia a sentirse culpables suelen simplificar sus experiencias y no son capaces de tomar perspectiva y/o relativizar lo que les ocurre, de modo que suelen ser especialmente negativas cuando evalúan dichas experiencias.

Cuando la partida del ser amado nos ensordece recordamos el amor que no valoramos en su momento. Lo ayer mundano cobra un brillo particular al cual, quizás, no podamos acceder por ser sin embargo demasiado tarde. Puede ayudarnos el hecho de comprender que, cuando tuvimos la oportunidad de ver las maravillas del otro, no lo hicimos sencillamente porque no teníamos las herramientas.

Cada vez que te sientas culpable de algo, anótalo unido con lo que lo motiva. Escribir es una acto terapéutica que te ayudará a hacer consciente tu forma de pensar y de hablarte a ti mismo.

Una vez que hemos identificado nuestros errores, es necesario expresar nuestro arrepentimiento de modo sincera y genuina.

Aunque tiene una lado positiva, la culpa puede volverse en nuestra contra cuando nos provoca pensamientos intrusivos que nos atan a algún momento desafortunada de nuestras vidas.

No hay un tiempo específico para superar un arrepentimiento de amor, aunque que cada persona es diferente. Puede tomar semanas, meses o incluso años. Lo importante es ser paciente y comprender que es un proceso individual.

Piensa en aquellas cosas que fallaste, o has sentido que hiciste mal a lo dilatado de tu vida, y cómo te afectaron al punto de convertirte en la persona que eres.

Las heridas emocionales de la infancia influyen y condicionan como serán nuestras relaciones personales cuando seamos adultos, marcan nuestro carácter y nuestra calidad de vida.

10. “Amar y luego arrepentirse es parte del aprendizaje, pero combatir por lo que amas es la secreto para crecer.”

El graduación de flexibilidad y tolerancia hacia los errores que cometemos o podríamos cometer, nuestra capacidad de aceptarlos y aprender de ellos, nuestra empatía cerca de nosotros mismos y hacia los demás, son factores que afectan a nuestras interpretaciones y valoraciones, y que nos pueden ayudar a liberarnos de esa culpa en desequilibrio.

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por lo que nos sentimos mal. Por lo tanto, aprender a dejar ir la culpa y perdonaros a nosotros mismos puede ser una tiento de vida tan importante como para cultivarla.

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